El arte es una de las representaciones de la
conciencia social, es una de las formas por el cual el hombre conoce la
realidad. Es una forma de conocimiento y de interpretar a la realidad.
La
obra literarias es la forma más acabada de los valores, ideas y de los
intereses del escritor. Por media de ella, el escritor y por lo tanto el
hombre, puede reconocer cada una y todas las formas en las cuales la realidad
se puede manifestar. Esta manifestación se presenta en dos formas, una objetiva,
que es la realidad (el hecho histórico o parte de él) y de la cual, el escritor
elige, selecciona y refleja una parte de esa realidad. La otra, es la parte
subjetiva, o la forma que el escritor ha seleccionado para presentar el hecho
histórico a través de la ficción, sin separarse de la realidad.
El
autor, debe de reconocer que la meta de su obra debe de ser un reflejo objetivo
y verdadero de la vida o del acontecer histórico que se relata, que el
contenido que habrá de imprimirle a su obra, será el factor primario y
determinante de su trabajo.
Toda
obra literaria esta siempre precedida por una idea, es decir, lo que el
escritor quiere o intenta expresar. En este proceso, la idea existe a través
del tema, o lo que el escritor quiere comunicar. Desde luego, esta expresión de
una idea, no puede ser manifestada en forma abstracta sin tener un tema, ya que
este representa la parte del hecho histórico que quiere el escritor tratar y
deberá manifestarse por medio de pasos lógicos y convincentes.
El
proceso de la creación se inicia con el deseo de resolver algún problema, sin
importar los motivos o las razones que tiene el escritor para enfrentarlo y resolverlo.
Este proceso continúo esta delimitado por el hecho histórico. Por ejemplo: el
autor tiene la intensión de enfrentarse al hecho del inicio de la guerra de
independencia de la Nueva España, pero solo le interesa lo referente a la toma
de la Alhóndiga de Granaditas, por las fuerzas que dirigían Hidalgo y Allende;
ya fuera desde el punto de vista de los insurgentes, o de los españoles que se
refugiaron en el lugar, o de ambos.
El
escritor de esta manera ha definido su problema de creación. El siguiente paso
para resolverlo, será proceder a recabar la información que sea necesaria para
tener una idea clara de lo sucedido. Esto le permitirá constituir una figura o
una imagen, con características propias pero apegadas a la realidad de lo
acontecido.
También
le permitirá definir en que partes de su obra entra la parte histórica y en
donde la ficción. Desde luego, el impulso creador deberá estar balanceado entre
el impulso objetivo (hecho histórico) y el impulso subjetivo (la ficción), sin
que ni uno ni el otro se sobreponga, sino buscando siempre el equilibro de la
forma más equitativa posible. Ya que si la parte objetiva domina se volverá un texto
de historia, y si es dominado por la parte subjetiva, será una obra de ficción,
pero en ninguna de los dos casos, será una novela histórica.
En
el desarrollo de la creación literaria; el escritor deberá tener cuidado en
respetar la época escogida, la forma histórica concreta, los hechos y sujetos
que actúan en ella, sin olvidar la modalidad de las relaciones sociales y de
producción, imperantes en la época seleccionada, lo que le permitirá poder
estructurar su obra positivamente y resolver los problemas que surjan durante
el proceso creativo, sin divorciar a los personajes reales o ficticios, de la
realidad histórica en donde interactúan.
El
trabajo del escritor no consiste sólo en la búsqueda y el descubrimiento de los
diversos problemas. Sino debe de reconocer sobre todo, la esencia del problema
y lo que representa; su origen y el porque de su existencia. Al plantearlos el
escritor en su obra, debe de tener como fin el exponerlos y presentar una
resolución.
Si
el escritor logra reconocer la esencia del problema y sabe expresarlo, descubrirá
al mismo tiempo, el camino a seguir para darle una solución. Porqué todo
problema artístico o literario, es una contradicción, es algo dual. También
este descubrimiento, le permitirá tomar partido para seleccionar la forma de
abordarlo y desde cual perspectiva es la más adecuada, y abordarlo en su
totalidad desde este punto de vista.
Desde
luego, los problemas no podrán ser abordados en forma abstracta o con pensamientos
puros. Sino siembre en forma concreta y responsable, sin dejar de lado el
instinto y la intuición. Sin olvidar que el pensamiento de cada escritor,
presenta características propias. La obra resultante deberá de tener acción y
dinámica propia, de esa forma obtendremos un plan general de la obra a
escribir. Y dedicarnos en base a ese plan, a la creación de la estructura dramática
y al desarrollo de los personajes.
Goded
dice en su obra (1): “El método quedará subordinado a las necesidades de
expresión siempre nuevas y cambiantes. La creación artística parte de la
realidad y no de las ideas, de la vida y no de las abstracciones”
(1)Goded, Jaime. Los problemas dramáticos del
guión cinematográfico. UNAM. Dirección General de Difusión Cultural. México
1969 Textos de cine 2 Pág. 102
© Humberto Miguel Jiménez 2009-2013
Tlalnepantla. México.
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